El otoño en Québec es un corto suspiro entre el verano y el invierno, pero es un suspiro dorado, resplandeciente y colorido, que nos invita a despedirnos del fulgor del follaje, previo a su viaje hacia las entrañas de la tierra, para quedarnos durante el resguardo de la oscuridad con semillas de júbilo en el corazón.
¡Albricias doradas de otoño radiante!